Me dedico profesionalmente al cuidado de la piel hace seis años, sin embargo, mis estudios y aproximación a entender este órgano comenzó hace muuuuuchos años.

Soy atópica, lo que quiere decir que tengo una piel extremadamente sensible y reactiva. Por supuesto que, como mujer pretenciosa, esto era un problema porque todos los aritos que me ponia me daban reacción alérgica; un poquito de estrés y me brotaba entera; un poquito de chocolate y lo mismo.. una piel inflamada… por lo que desde siempre, o al menos desde mis doce años aproximadamente, le he dedicado mucho tiempo y energía en aprender de piel y cosméticos.

Con los años entendí que no eran sólo los cosméticos que me aplicaba, tambien eran los alimentos que consumían y las emociones que sentía lo que me ayudaban o perjudicaban en mi piel. He probado cuanta cosa se te ocurra, y a pesar de que hoy conozco mucho más mi piel y lo que me ayuda, es un aprendizaje sin fin.

Hay muchas cosas sobre la piel que quiero que sepas, y son los temas que comparto en este curso. Porque no tienes que tener una condición en tu piel para que querer aprender a cuidarla. Tampoco se trata de volverse loca comprando cosméticos para “cuidarla” y retrasar el envejecimiento. Todas las pieles son distintas, y tendremos diferentes “necesidades”. Sin embargo hay cuidados que nos benefician a todos y que nos ayudan a que nos veamos y sintamos vitales, que es, en mi opinión, lo que realmente importa.

En este curso hay mucho de lo que a mí me hubiese gustado saber antes.

Mi enfoque para el cuidado e la piel es desde una mirada amorosa y por amor propio, no desde la crítica y por miedo a envejecer. El paso de los años es una fortuna y lo que quiero transmitirte con el cuidado de la piel es que atesoremos un “envejecer bien” saludables, resplandecientes y vitales.